La capacidad de sanar el mundo comienza en la mente de quien lo observa.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Cómo presagian los animales los terremotos

TERREMOTOS:

-CÓMO LOS PRESAGIAN LOS ANIMALES-


Los intentos de predecir cuándo y dónde se producirán los terremotos han tenido algunos éxitos notables desde finales del pasado siglo. En la actualidad, China, Japón, la antigua unión soviética y EE. UU son los países que más han amparado estas investigaciones. En 1975, sismólogos chinos predijeron el seísmo de magnitud 7,3 de Haicheng, y lograron evacuar a 90.000 residentes sólo dos días antes de que destruyera el 90% de los edificios de la ciudad. Una de las pistas que llevaron a esta predicción fue una serie de temblores de baja intensidad, llamados sacudidas precursoras, que empezaron a notarse cinco años antes. A medida que los días previos se acercaban, siguieron otras pistas como la inclinación o el pandeo de superficies de tierra, los cambios en el campo magnético terrestre, la variación en el nivel de agua de pozos y corrientes subterráneas; pero muy especialmente prestaron atención a las anomalías en el comportamiento de los animales de la zona.


Para que podamos decir que la predicción de un seísmo se ha cumplido, deben darse los tres parámetros básicos que son: lugar; tiempo de ocurrencia; y magnitud, con la suficiente antelación a fin de evitar daños personales y materiales. Si nos dejamos llevar por esta premisa es comprensible que geólogos y geofísicos sean los primeros en aceptar que un terremoto es sumamente complicado de predecir, pues incluso la meteorología, con una desarrollada técnica de investigación, yerra a menudo en sus pronósticos. No hemos de desestimar que las consecuencias socio-económicas que conllevaría la predicción errónea de un terremoto pueden llegar a ser amplias y graves. En 1981 este tema ocupó las primeras páginas de los periódicos de casi todo el mundo, con motivo del pronóstico de grandes catástrofes en Perú. El 28 de Junio, todos los hospitales y servicios de urgencia de Lima estaban en estado de alerta, pero nada sucedió. Meses antes, un geólogo norteamericano del U.S. Bureau of Mines, Brian Brady, predijo temblores de tierra por encima de ocho grados de la escala de Richter que se repetirían el 10 de Agosto y el 16 de Septiembre. A pesar de que el gobierno peruano no tomó en serio la alerta, al ser la predicción de dominio público, las consecuencias negativas tanto sociales como económicas no pudieron evitarse.

Un apunte antes de entrar en materia: muchas de las sacudidas que hemos venido experimentando en frecuencia y aparición durante la segunda mitad del siglo XX y comienzos del XXI pueden ser la respuesta del planeta a las agresiones del hombre. Informes científicos relacionan numerosas pruebas nucleares con la reaparición de terremotos en diversos lugares de la tierra. Estos sismos han sido relacionados con pruebas nucleares, en el interior de pozos petrolíferos agotados. La referencia parece obvia por haberse producido el mismo día o poco después de estas explosiones subterráneas de gran magnitud ... pero este es otro cantar y no el tema que nos ocupa.


Comportamiento animal ante las fuerzas de la naturaleza

Los terremotos suelen iniciarse con ligeras alteraciones del aire y el magnetismo de la zona. Estas ligeras alteraciones son percibidas por muchos animales, como ha demostrado repetidas veces la historia. Pero en Occidente, a pesar de las abundantes pruebas que se han ido acumulando sobre este tema, la idea del desarrollado instinto animal para estos menesteres, siempre ha topado con el escepticismo, pues nadie ha sabido muy bien explicar con exactitud cómo los animales auguran los terremotos. Los hechos están ahí. De alguna manera los animales presienten que una importante convulsión va a suceder en breve tiempo, con una precisión superior con creces a la que alcanzan los métodos geológicos más avanzados de la actualidad. La sensibilidad de ciertos animales supera en mucho a la humana y así como existen sonidos y olores que para nosotros son imperceptibles, en un temblor se producen alteraciones de la ionización atmosférica y el magnetismo terrestre que algunos animales advierten. Perros, gatos, caballos y demás animales –como ya iremos viendo- son capaces de prevenir con sus movimientos agitados la inminencia de un terremoto.





Entre los numerosos ejemplos de conducta animal fuera de lo común antes de un seísmo tenemos: a las ratas, comadrejas y roedores que escaparon asustados de sus escondrijos, abandonando la ciudad griega de Helicea antes de ser arrasada; las inmensas bandadas de aves marinas que chillaban sin pausa sobre la ciudad de Concepción (Chile), precediendo a su destrucción en 1835, y el aullido lastimoso de perros que auguró el terremoto de San Francisco en 1906. Todo ellos momentos previos a que una fuerte sacudida golpeara la zona.

China: pionera en la predicción a través de los animales

Algunos biólogos y físicos llevan varios años estudiando esta sensibilidad de los animales, y gracias a sus observaciones la población de dos ciudades chinas se salvó de perecer: 1975 –Haicheng- y 1976 –Sangpan-. Los chinos han admitido y observado desde hace siglos la capacidad de los animales para intuir los terremotos. Al fin y al cabo, éste ha sido uno de los países más castigados por esta clase de fenómenos naturales.

En la predicción del terremoto de Haicheng tuvieron un papel destacado los científicos que trabajaron en la provincia de Liaoning, al nordeste del país. A causa de potentes movimientos de tierra que afectaron la región durante 1970, y su repetición más acusada en junio de 1974, los investigadores advirtieron que un terremoto de intensidad media ( 5 ó 6 grados en la escala Richter) se produciría en la región en el plazo de dos a tres años. Seis meses después de estas declaraciones, los animales de la zona comenzaron a dar muestras de agitación. De repente, en el mes de diciembre, animales salvajes y domésticos se vieron invadidos por sensaciones de alarma dando lugar a reacciones de pánico y huida: las serpientes abandonaban sus refugios invernales para morir congeladas, las ratas corrían sin dirección alguna por las calles en pleno día, los pajarillos aleteaban en el fondo de sus jaulas y los caballos se detenían asustados de forma extraña. Al mismo tiempo una serie de ligeros pre seísmos se produjeron en la zona. Semanas más tarde, a finales de enero, los gansos empezaron a subirse a los árboles, las vacas rompían sus cabestros y los perros olfateaban y aullaban incesantemente al aire. La mañana del 4 de febrero, alarmados por la extraña conducta animal, los oficiales chinos evacuaron al millón de habitantes de Haicheng.

Para los habitantes de Japón –otro país también muy acostumbrado a este tipo de desastres naturales- no ha pasado nunca desapercibido que algunas especies de peces como es el caso de los peces-gato alertan de la inminencia de movimiento sísmico cuando saltan del agua un gran número de veces, o como el comportamiento de las carpas doradas o el bacalao que también presentan conducta alterada antes de movimientos telúricos. La causa: estos animales son capaces de captar las débiles corrientes telúricas que circulan por los estratos geológicos. Se trata de intensidades eléctricas provocadas por el arqueo o flexión de ciertos minerales (propiedad piezoeléctrica). Ciertas capas de terreno van deformándose por acción de las grandes fuerzas orogénicas, hasta que sobreviene la ruptura violenta –foco del terremoto-. Es esa deformación progresiva, premonitoria del seísmo, la que produce tensiones eléctricas, al parecer captadas por distintas especies del mundo animal.


Existen cuatro puntos que van íntimamente ligados a los terremotos, fácilmente detectables por el agudizado sentido animal: la ionización del aire, las ondas sonoras, el olfato y el magnetismo:


Ionización del aire - paralelos a los movimientos tectónicos de las placas que forman la corteza terrestre, se producen enormes liberaciones de electricidad. Estas fluctuaciones alteran el número de iones (moléculas de gas cargadas eléctricamente) en la columna de aire que se halla situada sobre las fallas activas. Las alteraciones psicofisiológicas observadas en los animales y en ciertas personas en tales circunstancias, se deben a los cambios en el equilibrio bioeléctrico de la superficie terrestre que preceden al terremoto.

Las interacciones bioelectromagnéticas que producen una respuesta anticipada en los seres vivos se deben a las alteraciones presísmicas de la estructura conocida por los geobiólogos como red geo-magnética o red H o Hartmann. Las investigaciones del Dr. Ernest Hartmann determinaron la existencia de la red que lleva su nombre estudiando los efectos de las energías telúricas sobre los seres vivos. Se trata de una malla que cubre todo el planeta, compuesta por cuadrículas variables de 2´30 a 2’70 metros de lado. Se ha observado experimentalmente que, en vísperas de un seísmo, las líneas que forman la Red H, que normalmente tienen unos 20 centímetros de ancho, aumentan su grosor e intensidad hasta más de 80 centímetros. Este fenómeno energético sería lo que perciben animales y algunas personas. Es la respuesta al incremento de la tensión piezoeléctrica de la corteza terrestre.


Ondas sonoras- la naturaleza, a pesar de que nuestro oído no sea capaz de percibirlo, vibra cada segundo en infinidad de ultra e infrasonidos, y cada uno de ellos tiene un significado diferente. Los animales emplean parte de esos sonidos para protegerse y comunicarse. Mientras el hombre es sensible a las ondas sonoras de 1.000 a 4.000 ciclos por segundo, somos completamente sordos más allá de los 20.000. En cambio perros, gatos pueden oír vibraciones de hasta 60.000 cps., mientras ratones, delfines, ballenas ... pueden recibir y emitir ultrasonidos por encima de los 100.000 cps. Por la misma razón pueden ser desorientados fácilmente por unos repentinos chirridos de alta frecuencia provenientes de la roca que se microfractura antes del temblor. Los infrasonidos son ondas sonoras extremadamente graves, de aproximadamente 100 cps. que pueden originarse por temblores presísmicos o por escapes repentinos de gas subterráneo. Esto último no puede ser captado por los sismógrafos convencionales.


Olfato- diversos gases que circulan bajo la capa terrestre pueden emerger al exterior con los terremotos (fumarolas del los cráteres). Los gases liberados que preceden a veces a un temblor de tierra se suelen disipar pronto en la atmósfera, pero permanecen en el subsuelo. Por ejemplo la concentración del gas inerte Radón se ha observado, principalmente, en estudios realizados en Rusia y China , que aumenta durante cierto tiempo antes de un terremoto.

Existe un órgano conocido como “sentido vomeronasal” que constituye una segunda nariz y que se encuentra muy refinado entre algunos animales terrestres. Parece ser que si se bloquea artificialmente este sentido, ya sea artificial o naturalmente –en el caso de emanaciones extrañas- se producen desorientaciones tales que pueden llevar al caso de suicidios en masa por parte de determinadas especies animales. Por desgracia hemos visto muchas muestras de estos suicidios en el caso de ballenas y delfines en varias costas de todo el mundo.


Magnetismo terrestre- al igual que las brújulas, las palomas mensajeras pueden ser desorientadas completamente por alteraciones de treinta gammas en el campo magnético (por regla general los campos geomagnéticos terrestres alcanzan 60.000 gammas en los polos y 30.000 en el Ecuador). Terremotos en China, Japón y Turquía, registraron cambios previos de 10 a 30 gammas en el magnetismo del lugar, acompañados por fenómenos de desorientación en el vuelo de palomas, gaviotas y abejas.

¿Y si, también, puede influir este súbito cambio geomagnético a otros niveles? ... en los anales de los accidentes aéreos presuntamente relacionados con terremotos, destaca uno muy curioso. El 3 de Julio de 2001 se produjo en Chile un seísmo con epicentro en la vertical de la ciudad de Irkutsk, muy próximo al lugar donde un avión civil ruso, Tupolev 154, se estrelló muriendo 145 personas. Un grupo de sismólogos rusos divulgó una inquietante hipótesis: 20 segundos después de las primeras señales de alarma detectadas en el aparato siniestrado, tuvo lugar el terremoto. Los simólogos aceptaron el hecho de que un efecto de rebote, la onda expansiva del terremoto, a través de las placas tectónicas, pudo alterar los campos magnéticos en esa zona de Siberia. Si alteraciones magnéticas son capaces de descontrolar los sistemas de navegación de un avión, qué no podrá ocasionar en el sutil radar animal.



Para Aristóteles las causas de los terremotos eran las exhalaciones o vapores que originaban los vientos al penetrar en el interior de la tierra y quedar retenidos en ella, hasta que en un momento dado explosionaban. Para Tolomeo, estas causas eran de orden astrológico, ligadas a una determinada posición de las estrellas. Estas definiciones se apartan bastante de la idea central que los científicos tienen sobre lo que puede llegar a desencadenar un temblor de tierra; pero aún así, no se debería desestimar el hecho de que la Tierra deba verse como un elemento más de todos los que integran el Universo; y por tanto, sujeta a las relaciones entre otros astros como canalizadores de energía sobre nuestro planeta. Por ejemplo, un caso muy significativo entre esta relación entre la Tierra y otros astros es la proporcionada por dos investigadores rusos, Nikolaj Volodichev y Mikhail Panasjuk, del Instituto de Investigación en Física Nuclear Skobeltsyn de Moscú. Estos investigadores creyeron haber encontrado una relación entre los seísmos y el aumento de la emisión de neutrones. El desubrimiento les permitió detectar con suficiente antelación el riesgo de terremoto. Los científicos comprobaron que éstos se incrementaban en ciclos de 12 horas, coincidiendo con los momentos en que se producen las tensiones gravitatorias provocadas por la Luna, como ocurre con las mareas. Detectaron que la presencia de neutrones en los momentos de Luna nueva o llena, eran 12 veces superiores a la media. Esta influencia de nuestro satélite es debida a su atracción gravitatoria sobre la corteza terrestre, que provoca unas tensiones que llevan a la liberalización de gases radiactivos a través de grietas y hendiduras. Los investigadores se percataron de que en los últimos 28 años los terremotos más fuertes que se han registrado en la zona del Pacífico coincidieron con estas fases lunares.


Los programas internacionales insisten cada vez más en que el problema de la predicción de terremotos se incluya en un programa unificado de prevención de daños. El desarrollo tecnológico actual permite el diseño y construcción de estructuras resistentes a las sacudidas producidas por los terremotos. Aunque no se pueda impedir que los edificios sufran daños, si podemos evitar su ruina total, evitando un gran número de víctimas. Mientras tanto seguiremos observando mucho más de cerca el mundo animal.


SILVIA VELANDO

jueves, 16 de agosto de 2012

Creencias y tradiciones del pueblo ROM

ESTIRPE GITANA

Desde el renacimiento el pueblo gitano intriga a los eruditos, pues el devenir de esta raza, que se ha producido al margen de la historia oficial, está marcado por un hálito de misterio. Entre el desconocimiento que tenemos de sus costumbres y creencias aflora una en particular: “la relación con la naturaleza dentro y fuera de nuestro ser, hará libre al hombre”. Libertad por encima de todo. Este concepto que da sentido a su nomadismo, es común a todos los gitanos del mundo y les hace dueños de la tierra. Una tierra que ha hecho despertar en ellos un instinto especial.


Reza una antigua leyenda del pueblo gitano que cuando O Devel (Dios en romaní) formó el primer hombre, lo moldeó con barro y lo introdujo en un horno para cocerlo, pero tuvo un descuido, y lo dejó dentro demasiado tiempo. Al abrir el horno lo encontró quemado; ese fue el antepasado de la raza negra. Al segundo intento, temeroso, tomó otro puñado de barro, y para que no le sucediese lo mismo, lo sacó demasiado pronto; así nació el hombre de la raza blanca. Demasiado pálido, lo cual no satisfizo a O Devel, pero en el tercer intento calculó bien el tiempo y fabricó el hombre con piel rojiza; el antepasado de la raza gitana.

Esta historia que muestra el mito de los orígenes –no deja de ser anecdótica y divertida- refleja la creencia del pueblo gitano en un Dios justo que se inclina a favor de éstos. Debla (Devel) no castiga al mundo como Zeus, ni exige venganza como Jehová, ni atormenta a los hombres con la culpa como Cristo. Debla, simplemente: los ama. Según la mentalidad del pueblo Rom “Debla es tu padre y por encima de todo, hagas lo que hagas, te seguirá queriendo”. Autores como Burnouf defienden la idea de que la concepción divina de Debla entronca con la figura del dios Brahma de los Vedas (primera pista que denota el origen de este pueblo).

Como afirma Juan de Dios Ramírez Heredia en “Nosotros los Gitanos”, uno de los grandes valores que enorgullecen a los gitanos es el espíritu religioso que anida en lo más íntimo de su esencia. Tal vez por la ascendencia oriental de la raza “donde religión y superstición es una mezcla difícil de definir”. La creencia en un ser superior que vela constantemente por las criaturas forma parte de este pueblo independientemente de la religión que han adoptado según los diferentes asentamientos.

La raíz

El pueblo gitano tiene su origen en el noroeste de la India (lo que hoy corresponde a la región del Punjab). Se cifran sus primeras migraciones hacia Occidente en torno al año 1.000 d.c. Los historiadores barajan dos posibilidades para esta primera oleada. Creen que pudo ser provocada a causa de una huida por determinadas guerras de la época, o bien por la búsqueda de mercados para sus productos manufacturados (fabricación de ladrillos y quincallería). Sea por un motivo u otro, la realidad es que la expansión y dispersión de los gitanos hacia los países de Europa Occidental se realiza a través de dos rutas: una bordeando la costa mediterránea (norte de África) y otra a través de los territorios de la Europa central. Se sitúan otras oleadas alrededor de los siglos IX y XIV (dispersión del pueblo gitano a través de los territorios de Valaquia y Bohemia), de manera que durante los siglos XV y XVI casi todos los países de Europa habían acogido a este pueblo. Tradicionalmente se cree que los componentes de esta primera diáspora que contribuyó a la formación del pueblo gitano “pertenecían a alguna casta de músicos ambulantes que debían tener mucho en común con los Baus (“locos de Dios”) artistas errantes que recorren Bengala y cuyas melodías tienen acentos marcadamente gitanos” Joaquín Albaicín “En Pos del sol”.

Los primeros gitanos que entran en España lo hacen a través de los Pirineos, en pequeños grupos de 50-100 miembros dirigidos cada uno por un líder que se hacía llamar a sí mismo “duque” o “conde” del Egipto Menor o Pequeño Egipto (isla griega de Corfú). De ahí el nombre de “egipcianos” y más tarde de gitanos. Aportaban cartas de presentación extendidas por monarcas y nobles, o bien aparecían como peregrinos por orden papal. En los siglos XVII y XVIII se dictaron leyes referentes a los gitanos –pragmática de Medina del Campo- para intentar forzar la integración de éstos al resto de la población o su expulsión del país. A partir de este momento, y en capítulos sucesivos, el pueblo gitano se vio obligado a abandonar, en gran medida, sus tradicionales formas nómadas de vida (el 95% vive asentado, actualmente, porque el mundo occidental le ha obligado a ello) aunque siguieron conservando y mimando su identidad como pueblo, y una cultura diferenciada donde se alza su máxima manifestación: la lengua gitana –el romaní.

El idioma

A finales del S. XVIII la lingüística descubre que la lengua del pueblo Rom, el romaní o romanò, es una de las más antiguas del mundo, pues tiene raíces del sánscrito y posee numerosos elementos comunes con lenguas del norte de la India como el hindi, bengalí, punjabí … Hoy día, se cree que el romaní es hablado por unos 10 millones de personas. Evidentemente, tras tantos años de migraciones por distintas rutas y en distintas épocas, se ha ramificado el idioma dando lugar a un gran número de derivaciones. En España se habla el Kaló que es un dialecto del romaní. La coexistencia de la lengua universal gitana con otras lenguas ha enriquecido los idiomas europeos. En el caso español, la lengua castellana ha adoptado palabras o giros propios del romanò-kalò; algunas con el mismo significado y otras sustituyéndolo. Actualmente, sólo los viejos gitanos conocen algo de kaló, los jóvenes conocen un número escaso de palabras y los niños apenas alguna expresión.

Leyendas


Existen leyendas en la India, Tíbet, Nepal, Mongolia y Afganistán que aluden a un misterioso pueblo que vivió en el mundo subterráneo de Agartha y que fue expulsado del paraíso. Desde entonces busca errante y sin descanso la ruta de regreso: “Por causa de la desobediencia a su rey, la tierra feliz de los gitanos es invadida por una horda guerrera. Los supervivientes, condenados por Dios al exilio, pero con la protección providencial de la diosa sobre sus cabezas, vagarán eternamente por el mundo, lejos de su tierra perdida hasta sólo O Devel sabe cuándo.” (Joaquín Albaicín “En pos del sol”). Muchos son los integrantes del pueblo rom que se sienten descendientes del recuerdo de esta tradición oral que en forma de cuento, sirve a los distintos grupos de gitanos para explicar sus orígenes como pueblo.

El viajero Ferdinand Ossendowski, en su libro “Bestias, hombres, dioses” narra la existencia de un legendario Rey del mundo y de Agarttha, su reino subterráneo. Una de sus fuentes, el bibliotecario del propio Buda viviente, le informó de tres pueblos en concreto que habrían sido acogidos como habitantes del reino sagrado (Olets, Soyotos y gitanos) “Ciertas tribus negras del Este se internaron en Agarthi (junto con los Soyotos de Mongolia) y allí estuvieron varios siglos. Más tarde fueron expulsados del reino y regresaron a la faz del planeta poseedoras del misterio de los augurios según los naipes, las hierbas y las líneas de la mano. De estas tribus proceden los gitanos.”

Otra leyenda que circula entre los gitanos europeos afirma que el pueblo rom no podrá regresar nunca a su tierra, aunque el tiempo de su penitencia haya transcurrido ya, porque el paso a las entradas de Agartha está cerrado, y sus puertas sólo se abren en contadas ocasiones para evitar ser descubiertas.

El gitano y su mundo interior

El pueblo Rom a lo largo de la historia se ha mezclado poco con otras razas o etnias, excepto en España –concretamente Andalucía- donde el mestizaje es mucho más común, pues como escribió Unamuno “Hay una proporción mucho mayor de lo que se cree de sangre gitana y aún de espíritu gitano en el español …” Pese a no tener una cultura escrita, este pueblo ha mantenido sus costumbres y tradiciones, conservando las leyes, las prácticas adivinatorias y el culto a la madre tierra. La quiromancia era una de sus prácticas preferidas. Según François de Vaux de Foletier en “Mil años de historia de los gitanos”, este método adivinatorio, conocido en la antigüedad grecolatina, fue importado por la raza gitana a Occidente, constituyendo uno de sus principales recursos.

La práctica de la buenaventura se refleja en la literatura desde la época renacentista. Escritores como Moret y Ronsard hacen alusión a los dones de la adivinación en los “Zíngaros”. Tabién Cervantes en su obra “La gitanilla”; Molière en “Le mariage forcé”; Adrien de Montluc en “La comédie des proverbes”; y más recientemente Federico García Lorca, uno de los escritores más leídos por los gitanos europeos. Lorca convivió largo tiempo con los gitanos del “Sacramonte” en Granada, y escribió libros de poesía como “El romancero gitano”. En muchos de estos escritos cuando citan “el echar la buenaventura” por parte de las gitanas, se indica como éstas no contemplan las líneas de la palma de la mano, sino que, la mayor parte de las veces, fijan la mirada en la cara del consultante, trazando con una moneda o cualquier otro objeto el signo de la cruz en ambas manos.

Otro procedimiento adivinatorio atribuido a los “bohemios” era la lectura del porvenir a través de los posos del café o por el plomo introducido en el agua. Viajeros franceses que provenían de Andalucía (1780) decían haber visto a gitanas adivinar el futuro mediante ramilletes de flores. Cogían las flores en viernes y hacían con ellas un ramo que dejaban secar hasta el domingo siguiente. Posteriormente, examinaban de manera cuidadosa las que se habían marchitado más rápido, otorgándoles a cada una de ellas una especial significación. En ocasiones la fantasía iba un poco lejos, como es el caso del escritor inglés Glanvill (S. XVII) que distinguía entre los “gypsies” dos clases de poderes ocultos: leer el pensamiento y actuar sobre la imaginación ajena haciendo ver a la gente lo que no existía. El hechizo quedaba roto para quien podía recoger un trébol de cuatro hojas.

La cartomancia, técnica adivinatoria a través de los naipes, era otro método atribuido a los gitanos por los ocultistas. El origen de las cartas del tarot se cree procedente del Antiguo Egipto, donde este pueblo recaló mucho tiempo, y fue traído a Europa por gitanos itinerantes a los que sacerdotes egipcios entregaron la baraja y sus secretos, para que la tradición no desapareciera.

Ya hemos mencionado en el inicio, cómo el pueblo gitano ha establecido con la tierra relaciones instintivas de las que bien podrían derivar capacidades paranormales o mágicas. Entre los poderes mágicos atribuidos a este pueblo figuran, desde cortar los incendios, hasta la sanación por imposición de manos, como es el caso de algunos gitanos errantes franceses.

La venta de filtros y el uso de plantas medicinales era una de las fuentes de ingresos más frecuentes: “Remedios de todas clases, aceites y ungüentos, eran fabricados y vendidos por los cíngaros, principalmente en los países bajos. Muchos cíngaros se decían cirujanos y a la par ejercían de herbolarios.” (“Mil años de historia de los gitanos”)

El universo espiritual del pueblo rom está condicionado por cuatro grandes ejes: Dios, los demonios (mengues), el hombre y la suerte (la bají). A la necesidad de conjurar en todo momento esta última con procedimientos preventivos de carácter mágico, responde el hecho de que multitud de anillos y amuletos sean siempre tan visibles en las personas gitanas. Y evidentemente también los comercializaban: “Las bohemias vendían en Alemania y en Transilvania, amuletos cuya eficacia garantizaban para asegurar a sus portadores el éxito en el amor y el juego, o bien el restablecimiento de la salud. Estaban compuestos de pasta sin levadura, secados a la intemperie y marcados con signos. O bien eran piedras más o menos raras, principalmente ferruginosas. La piedra imán tenía virtudes extraordinarias, por lo que los gitanos la llamaban piedra buena (Bar lachi). La usaban ellos mismos. La llevaban encima para preservarse de todos los peligros.” Desde luego, el pueblo Rom, hacía ya mucho tiempo que conocía las propiedades terapeúticas de la piedra imán, ahora reivindicadas por la Imanterapia.

Códigos morales

Los gitanos poseen un concepto de la naturaleza y de la vida especial, pues en una jerarquía de valores dan mayor importancia al hombre, luego a la naturaleza y después a la vida. Poseen una idea muy definida sobre la familia y el matrimonio que constituye el centro de gravedad. En la unidad basan la organización social, de manera que los conflictos se viven colectivamente. Las relaciones entre individuos son relaciones entre grupos familiares. La falta cometida se siente como una falta de familia, y por el contrario un acto apreciado refuerza el prestigio de la familia. Las personas que forman una familia fácilmente llegan al centenar y se agrupan en un “clan”. La vida en común de diferentes clanes constituye “la tribu”. La filiación, la adscripción al grupo de parientes, es patrilineal, pues la familia está constituida por un grupo de personas que se consideran descendientes de un antepasado común al que todos ellos pueden trazar su vinculación genealógica a través de conexiones masculinas. De forma que los hijos pasan a formar parte de la familia del padre. Existe un respeto importante hacia sus mayores. Los ancianos son configurados por el colectivo como pautas de referencia claves para la comunidad, otorgándoles una autoridad moral. La autoridad entre los gitanos va del más viejo al más joven y del hombre a la mujer. Esta última, desde hace algunos años, empezó una lenta evolución que pone en cuestión el papel asignado a la mujer gitana dentro de la estructura social del pueblo rom, marcadamente machista.

Punto y aparte merece el tema de la muerte, pues de las costumbres y formas de vida que son comunes a todo el pueblo gitano, el culto a los muertos ocupa el lugar más importante. Han heredado de la filosofía hindú, la creencia en el retorno permanente a la vida. Piensan que la persona gitana que muere está más “viva” que nunca, simplemente ha cambiado de estatus. Tal vez por ello siempre conserven la habitación del difunto y sus enseres como los dejó. La escritora Marie-Paul Dollé describe la mentalidad del pueblo Rom sobre esta idea: “Los payos son personas vivas condenadas a morir, mientras que los gitanos son condenados a muerte escogidos para vivir”. Esta patria eterna, de la cual los muertos son sus dueños y señores –según Ramírez Heredia- es el Reino de la justicia y la igualdad. Tienen la seguridad de ser siempre escuchados y atendidos por lo que están en este más allá para velar a los que han quedado sobre la tierra todavía. Existe una poderosa similitud entre las fiestas de difuntos del antiguo Egipto y los funerales según la estricta tradición romaní. En ambos casos, como explica Albaicín, las tumbas eran abastecidas con las pertenencias del muerto y los manjares de su gusto, de modo que pudiera seguir en la otra vida disfrutando de una residencia y unas comodidades similares a las que gozó en ésta.

El arte gitano: temperamento

El flamenco constituye el mejor vehículo para mostrar para mostrar el estado de ánimo y las inquietudes del pueblo gitano. Mediante las canciones y bailes típicos, éste encuentra el ambiente necesario para manifestar su idiosincrasia. Precisamente es en Andalucía donde este ambiente alcanza su máximo apogeo. No debemos olvidar que el Islam “tendió”, durante casi un milenio, un puente que conectaba directamente Córdoba con Dellhi.

Muchas personas creen ver en el “cantaor” una especie de éxtasis casi místico (el duende andaluz, o la existencia de rasa hindú). Al igual que la música índia, el cante “jondo” es un yoga para el perfeccionamiento interior. Se piensa que el gitano español, sin ser consciente de ello, practica este yoga cuando canta y baila. El extraordinario poder de sugestión que provoca el artista dotado de duende en el auditorio, lo define magistralmente Joaquín Albaicín en su libro “En pos del sol”: “La firme creencia sustentada por el gitano de España en la existencia del duende, es decir, un estremecimiento medular de origen divino, una presencia sobrenatural que fugaz y subrepticiamente posee el cantaor, la bailadora o el guitarrista y, haciéndoles vislumbrar o sentir o apresar un relampagueante pellizco de misterio, les sitúa durante un instante mágico fuera del tiempo, concuerda perfectamente con la afirmación formulada por el pensamiento hindú de la existencia de rasa.” Sentir el duende gitano o indio, según se prefiera, parece privilegio exclusivo de artistas y públicos espiritualmente cualificados.

Para acabar, ¡qué mejor final que el fragmento de una canción de un “cantaor” dotado del duende, sin ningún género de dudas!

Venimos de hondas raíces
de raíces milenarias
que se pierden en el tiempo,
pero no en la nostalgia.
En muchas noches de fiesta,
al lado de una candela,
los gitanos cantan y bailan
y la luna los ilumina.
(Camarón de la Isla “Potro de rabia y miel”)


SILVIA VELANDO

martes, 10 de abril de 2012

LA LIBERTAD DEL ALMA

“La obra de Saint-Exupéry recoge el testimonio único de un piloto que supo ver el peligro con ojos de poeta”
(André Guide)

Antoine de Saint-Exupéry alternó la pasión por la aventura con la reflexión sobre el significado último de la existencia. Su obra literaria, claro reflejo de una apasionante biografía (1900-1944), nace de su entrega a los demás a través de su vocación de piloto. Esgrimiendo una prosa incisiva y lírica capaz de conmover al lector, ensalzó en todos sus libros el valor de la amistad, el heroísmo como meta y la responsabilidad como estandarte de la conducta moral; temas todos ellos que encuentran su plasmación definitiva en el mundo descubierto por ”el principito”, su obra más conocida aunque, puede, la menos comprendida. Este escritor y aviador francés nos legó una de las historias más bellas jamás contadas con la que pequeños y no tan pequeños hemos vibrado al recorrer junto a un niño muy particular, un viaje existencial a través del conocimiento.

Todos los que le conocieron decían de él que era un tremendo soñador. Según sus maestros fue un alumno regular y poco disciplinado, a la vez que un tanto reservado, no muy amante de los deportes, pero cautivado totalmente por la poesía. Alimentada por esta pasión - la poesía-, su literatura se alzaría cargada de gran fuerza simbólica y un enorme poder de penetración en la más honda realidad, sin perder su capacidad para el razonamiento y la argumentación. Sus biógrafos coinciden en señalar su facilidad para pasar de la risa al llanto, así como sus constantes cambios de carácter. Necesitaba al igual que un niño que le hicieran caso. Requería muy a menudo la presencia de sus seres queridos, en especial de su madre que ejerció una gran influencia en su vida. De su madre aprendería el respeto hacia las personas. Sus amigos recuerdan que prefería escribir desde bien entrada la noche hasta las primeras horas de la mañana, manteniéndose con tazas de café fuerte... y escribía, escribía sobre su preocupación fundamental: el ser humano.

Huérfano de padre a los cuatro años era el tercero de cinco hermanos en el seno de una aristocrática y tradicional familia, lemosina por parte de padre y provenzal por parte materna. Nacido en Lyon el 29 de junio de 1900, alternó la pasión por la literatura con su otra gran pasión: los aviones. Estudió en varios colegios de Francia y Suiza. Ingresó en 1920 en la Escuela de Bellas Artes de París –sección de arquitectura- y en 1921 entró a formar parte de las fuerzas aéreas francesas –2º Regimiento de Aviación de Caza de Estrasburgo - para, posteriormente, pasar a la aviación civil. Aprenderá a pilotar con el monitor Robert Aeby, piloto de la Cía. Transaérea del Este. Durante este año realizará sus primeros vuelos con monitor en un FARMAN F-40. En junio embarcaría rumbo Casablanca, en Marruecos, para integrarse a su nueva unidad, el 37º Regimiento de Aviación de Caza. Terminado su servicio militar en 1923 su familia se opondrá a que solicite ingreso en el ejército del aire y no le quedará más remedio que aceptar empleos administrativos y comerciales. Venderá telas en París y camiones en Creuse entre 1923-1926, pero estos empleos distarán mucho de sus deseos e ilusiones.

Trabajó en Europa, América y África dirigiendo aeropuertos, compañías aéreas o como piloto de pruebas. En 1926 publicará su primer cuento “El aviador”, en la revista literaria “Le navire d´Argent”. Desempeñó varias y arriesgadas misiones de correo aéreo entre la metrópoli y las colonias africanas, para posteriormente irse hasta Sudamérica donde realizará las primeras líneas hacia Brasil y la Patagonia, sobre la cordillera de los Andes.

Ejerció de corresponsal de prensa en Rusia y España, durante la guerra civil. En los reportajes sobre la guerra civil española, la actitud de S-E es poco combativa incluso reconciliadora, sin embargo frente a la 2ª guerra mundial mantiene una actitud mucho más comprometida y luchadora. El destino de Francia estaba en juego como lo estaban el del mundo de la civilización y las libertades.

Sufrirá varios accidentes aéreos, y durante los periodos de convalecencia escribirá sus grandes novelas. Fruto de estas vivencias nacerán sus dos primeros libros: “Correo del Sur”(1927) y “Vuelo nocturno” (1929). Durante este último año será nombrado director de la Compañía Aeropostal Argentina y responsable de la línea de Patagonia. Con 30 años le nombrarán Caballero de la Legión de Honor, y en junio de 1930 participará en el rescate de su gran amigo Guillaumet, en la cordillera de los Andes. Este suceso les abrirá a los dos las puertas de la leyenda.

En 1931 se casará con una bella salvadoreña llamada Consuelo Gómez Carillo, viuda de un escritor y diplomático argentino, que según muchos inspiraría el personaje de la rosa del principito: “Yo era demasiado joven para saber amarla”. El biógrafo del matrimonio Paul Webster mantuvo siempre la idea que esta fábula universal en la que se convirtió el libro del principito fue, en gran parte, una carta de amor dirigida a su mujer en momentos en que la pareja estaba afectada por una excesiva exigencia afectiva, complicada con infidelidades.

Será destinado en 1927 como jefe de aeroplaza en Cabo Juby, en el antiguo Río de Oro, territorio del Sahara español. En la soledad de Cabo Juby escribirá su primera novela mezcla de historia de amor, pues hacía poco había roto con su novia Louis de Vilmorin, y la aventura de la línea. S-E quedará seducido por el desierto y sus leyes misteriosas. Allí comenzará a crecer su afición por el silencio y la meditación. El escritor conocerá más tarde otros desiertos; en Argentina, en Libia, pero ninguno le seducirá tanto como Marruecos. En este “Oasis” escribirá sus dos grandes obras “El principito”y su obra póstuma “Ciudadela”, de la que nos llegará un mensaje muy concreto: La tierra está hecha por Dios para la convivencia humana.

Intentará realizar una nueva proeza volando desde Nueva York a Tierra de Fuego en 1938. Pero llegando a Guatemala sufrirá otro accidente tras estrellarse al final de la pista a causa de una sobrecarga de las reservas de carburante. Superados cinco días en coma, y mientras se sobrepone del terrible accidente, S-E redactará “Tierra de hombres”(1939), poema de la conquista de la tierra por el hombre.

Durante el transcurso de la 2ª guerra mundial, tras la derrota de Francia, se trasladaría a EE.UU y en 1940 se enrolaría en las fuerzas de liberación dirigidas por el general De Gaulle. En 1944 desaparecería sin dejar rastro alguno.


El reino de la infancia: “El Principito”

En esta narración Saint.Exupéry entremezcla el maravilloso mundo de la infancia, la magia y el encanto de los juegos, con una buena dosis de dulzura y amor maternal. Alguien, muy acertadamente, calificó una vez esta historia como fábula de niños para adultos, dirigida al corazón mismo de la sensibilidad.

Se trata, como ya hemos mencionado, de un libro destinado a los niños, así como todos los que se acuerden de haber sido niños alguna vez. Dedicado a Léon Werth, gran amigo de Saint-Exupéry, “El principito” consta de 27 capítulos ilustrado con dibujos del propio autor. Con una simbología de gran calidad poética, Saint-Exupéry marca las pautas de la liberación del hombre sobre sus miedos y sus errores; e invita a la sinceridad, naturalidad y creatividad, encarnadas por la ingenuidad del niño protagonista. Nos habla de los grandes caballos de batalla de la humanidad como la soledad, la separación, el amor y la amistad.
Como el escritor, el segundo personaje del cuento es piloto y sufre una avería que le obliga a permanecer en el desierto durante unos días. Cuando el avión del escritor se avería en el Sahara, éste teme por su vida. No le queda agua y nadie puede socorrerle. Ensimismado en sus cábalas y meditaciones surgirá un personaje tremendamente particular: el principito. La soledad y aislamiento que comporta el desierto supondrá el mejor escenario para el reencuentro consigo mismo. A partir de ese momento lo importante será descubrir el verdadero significado de la amistad y despertar al niño que todos llevamos dentro. El hombre sólo y perdido encuentra al niño perdido. Su soledad es anterior a su encuentro, muy anterior a su aterrizaje forzoso en el desierto. Ellos dos huyen de sus mundos, el principito de su planeta y de su rosa, el piloto de su entorno.

Cada lugar que visitamos junto a este “niño” constituye una etapa de un curioso viaje iniciático a través de las pasiones equivocadas de los seres humanos y cada etapa de este recorrido queda saldada con un comentario de índole moral. El falso poder del rey, la teatral actitud del vanidoso, el círculo vicioso en el que se encierra el alcohólico que bebe para olvidar que bebe, el absurdo cumplimiento de la consigna de un encendedor de farolas, la contabilidad desquiciada del hombre de negocios, la relación de inalterabilidad que el geógrafo mantiene con la naturaleza y el encuentro con un zorro en el 7º planeta, la Tierra; son visitas que llevan al principito a reflexionar sobre su verdadero fin: el retorno a sí mismo, una vez perdidas la ingenuidad y la inconsciencia propias de la niñez. El principito se alejó de ese lugar interno donde se encontraban todas las claves de la vida y salió a buscar respuestas en otros “mundos”, pero descubrió que en el centro de uno mismo se encuentra el núcleo de la eterna sabiduría y decidió retornar a su “planeta” para volver con su altiva aunque delicada flor.

El encuentro con el zorro marca una nueva etapa en la progresión de la historia. Junto con el zorro, el principito descubre los rituales de la amistad: “Si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo.” Cuando el cuento depende del piloto, nos movemos en el mundo de las ideas, mientras que si es el principito el que dirige el cuento nos movemos en el mundo de la fantasía. Solamente al final los dos niveles se superponen. El piloto permanece en el desierto junto al niño quien ayudado por la serpiente abandona la tierra y vuelve a su pequeño planeta. El volver a casa significa reencontrarnos. La serpiente simboliza la sabiduría, el conocimiento y la ayuda para encontrar al maestro interior.

En el mensaje del piloto vemos un adulto que busca desesperadamente alguien con quien hablar. Es la presencia providencial del niño la que hace recobrar la confianza perdida al adulto. Nos recuerda que en el fondo de cada adulto mora intacto, a menudo olvidado y muchas veces subestimado por la prepotencia, un niño, el niño que fuimos un día, conocedor de la auténtica verdad. Nos muestra que el valor y la amistad conceden sentido y plenitud a las cosas y a los seres con quienes nos relacionamos, substrayéndolos del anonimato de lo común y otorgándoles un carácter insustituible “el tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante”. El libro es en sí un símbolo de búsqueda permanente del hombre sobre aquellos principios que enriquecen el espíritu y traen la paz infinita al alma.


La desaparición

La polémica envuelve las circunstancias de la muerte del escritor, cuyo avión desapareció un 31 de julio de 1944 tras despegar a 8 h. 45´ de la base de Borgho – Córcega - en misión de reconocimiento sobre Grenoble y Annecy (muy cerca de donde transcurrió su infancia). De esta misión de reconocimento, encomendada por insistente petición suya, nunca regresó. Se sospecha que fue abatido por un piloto de caza alemán sobre el mar Tirreno, pero nunca apareció huella alguna de él ni de su aparato. El 3 de noviembre, a título póstumo, recibiría los mayores honores del ejército. Este final contribuyó a desatar toda clase de hipótesis, tanto lógicas como disparatadas, que en suma reforzaron enormemente la imagen del mito. Era un hombre joven y su temprana muerte desató una leyenda que no ha cesado de crecer. ¿Qué le ocurrió exactamente? ¿Volvió para reunirse con su principito? No lo averiguaremos jamás.

El piloto de guerra más viejo del mundo, dejaba una de las más grandes obras literarias del siglo XX. Subyace en todos sus libros un mensaje de fe profunda en el hombre que seguimos recogiendo después de tantos años. Trató de hacernos comprender que la única respuesta venía del interior y que el juego de la vida trata de recordarnos quiénes somos realmente y para qué estamos aquí. Quiso trasmitirnos que el lugar que ocupa en nuestra conciencia la realidad espiritual viene determinado por nuestra propia decisión, por nuestra voluntad y dedicación. Siempre se puede escoger. La vida es una serie de oportunidades y de evolución que podemos aprovechar aquí y ahora. Accedamos al reencuentro con nuestro ser “niño” interior y recuperemos nuestra verdadera dimensión espiritual: ¡vivamos de verdad!!


SILVIA VELANDO